¿Qué dice la Biblia de la escucha?
Jesús, por ejemplo, dijo: "¡El que tiene oídos para oír, oiga!" (Mateo 11:15). La escucha no ocurre naturalmente, sino es el resultado de una elección consciente. La gente también puede tomar la decisión consciente de no escuchar, como cuando los discípulos de Moisés dijeron: "Habla a nosotros y escucharemos.
¿Cuáles son las oraciones que Dios no escucha?
David sabía que Dios no escucha la oración de quien no vive en justicia. El libro de los Proverbios dice que el Señor está lejos de los impíos y que solo escucha la oración de los justos (15:29). Hay varios versículos de la Biblia que sostienen y definen claramente esta doctrina.
¿Quién escucha y pone en práctica la Palabra de Dios es?
Hoy meditamos el Evangelio según San Lucas 8,19-21 El papa Francisco a propósito del Evangelio de hoy dijo: “(…) Estas son las dos condiciones para seguir a Jesús: escuchar la Palabra de Dios y ponerla en práctica. Esta es la vida cristiana, nada más, eh.
¿Cómo hablar con Dios según la Biblia?
Habla con Dios como si fuera un amigo cercano, amoroso y todopoderoso.
- Puedes hablar con Dios en voz alta o en tu mente, como creas que sea más efectivo para ti.
- Puede ser una buena opción buscar un lugar tranquilo o privado que puedas ocupar para concentrarte mientras hablas.
¿Qué es lo que dice la Biblia?
La Biblia es también un libro que no se puede leer más que en la vida de una comunidad de fe, de un pueblo creyente. La Biblia es la historia del amor de Dios a los hombres y de la fe del Pueblo de Dios que reconoce esa historia y responde, con pecados a infidelidades a ese amor.
¿Cómo se puede escuchar la voz de Dios?
Para lograr esto, es necesario crear poco a poco un cierto “clima de vida” que comprende los siguientes elementos.
- – Cumplir la voluntad de Dios. …
- – Oración constante. …
- – Leer la Santa Biblia. …
- – Cuidar actitud y tener desprendimiento. …
- – Tener humildad. …
- – Confesión regular. …
- – Atento a nuestros sentimientos.
¿Cómo sentir que Dios me escucha?
En las Escrituras se nos enseña que Dios siempre escuchará nuestras oraciones y las contestará si nos dirigimos a Él con fe y verdadera intención. Sentiremos en nuestro corazón la confirmación de que Él sí nos escucha, un sentimiento de paz y sosiego.