Escritos sobre el espiritu santo

¿Quién o qué es el Espíritu Santo?

Espíritu Santo es la tercera persona de la Santísima Trinidad del cristianismo. El Espíritu Santo es una persona distinta del Padre y del Hijo (primera y segunda persona de la Santísima Trinidad) pero posee con ellos una misma naturaleza y esencia divina.

¿Cuál es la función del Espíritu Santo en nuestras vidas?

El Espíritu Santo testifica de la verdad. Él es la fuente del testimonio y de la revelación personal. Puede guiarnos para tomar decisiones y nos protege del peligro físico y espiritual. Se le conoce como el Consolador, y puede calmar nuestros temores y llenarnos de esperanza.

¿Que nos enseña el Espíritu Santo?

El Espíritu Santo no solamente enseña al maestro, sino que también hace que las palabras de éste penetren profundamente en el corazón de quienes escuchan. “…porque cuando un hombre habla por el poder del Santo Espíritu, el poder del Espíritu Santo lo lleva al corazón de los hijos de los hombres” (2 Nefi 33:1).

¿Cuál es la obra del Espíritu Santo en la vida del creyente?

Introducción. El Poder del Espíritu Santo en el Creyente. – Esto se da cuando el hombre reconoce su condición de pecado y arrepintiéndose de ellas, acepta como Señor y salvador a Jesucristo, en ese momento el Espíritu Santo viene a morar al hombre, sellándolo como un hijo de DIOS.

¿Cómo saber si una persona tiene el Espíritu Santo?

El Espíritu Santo suele ser representado con una paloma blanca que representa la pureza, otras representaciones son el fuego (simboliza la energía transformadora), el agua (simboliza su acción en el bautismo) o el viento (simboliza que no lo podemos ver).

¿Cuál es la función del Espíritu Santo en la familia?

Fortalece la vida. espiritual de la familia, para mantener la unidad, la armonía y la santidad de los hijos.

¿Qué debo hacer para sentir la presencia del Espíritu Santo?

La adoración es una de las formas de sentir el Espíritu Santo. Cuando levantamos nuestros brazos para alabar al Señor, manifestamos su majestad y señorío. Pero si además volcamos nuestro corazón en adoración plena a Él, es imposible no sentir la presencia del Espíritu Santo.

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